Los altos precios del café crean oportunidades de inversión y refuerzan la necesidad de prestar atención la gestión de la broca del café

Los insecticidas biológicos han surgido como una solución asequible, segura y sostenible para un cultivo de calidad

El café, una de las materias primas más valoradas en Brasil y en el mundo, registró su precio más alto en casi 50 años en los mercados internacionales de materias primas. A principios de mes, el valor del café arábica subió un 5,5% en la bolsa de Nueva York, alcanzando los 3,44 dólares por libra. En el mercado nacional brasileño, el saco de 60 kg se cotiza a algo más de 2.236,00 reales, unos 365,00 dólares, según el indicador Cepea/Esalq.

 

«En un escenario en el que el valor del producto está en alza, es aún más crucial que los productores adopten prácticas eficaces para garantizar una cosecha de calidad sin pérdidas significativas. Uno de los mayores enemigos de la productividad del café es la broca del café (Hypothenemus hampei), una plaga que puede causar daños irreparables en los granos y repercutir directamente en el rendimiento de la cosecha», subraya Bruno Arroyo, ingeniero agrónomo y director de Marketing Estratégico de Agrobiológica Sustentabilidade, holding Crop Care.

 

El ciclo vital de la broca del café abarca los estadios de huevo, larva, pupa y adulto, que oscilan entre 21 y 63 días, dependiendo de las condiciones ambientales, con hasta siete generaciones al año. La hembra adulta perfora el fruto, preferentemente en la zona de la corona, y excava una galería hacia las semillas, donde deposita sus huevos. El insecto busca el fruto cuando se está formando y la perforación se convierte en una puerta de entrada de enfermedades. Esto hace que el café pierda peso y valor, ocasionando graves pérdidas al productor.

 

Según Embrapa y la CNA (Confederación de Agricultura y Ganadería de Brasil), las pérdidas debidas a la pérdida de peso de los frutos pueden alcanzar el 20% (12 kg por saco de 60 kg de café procesado). Además, la cantidad de frutos germinados y rotos repercute directamente en la clasificación de los granos en el momento de la venta, ya que las empresas exportadoras aceptan un máximo del 10% de granos germinados.

 

Arroyo señala que para proteger la producción y minimizar los daños causados por la broca del café es esencial realizar una cosecha adecuada, evitar los cultivos o parcelas sin cosechar, vigilar la población de la plaga durante las temporadas de tránsito y cosecha, y adoptar controles físicos, biológicos y químicos.

 

«En el pasado, los productores utilizaban ampliamente el endosulfán para controlar las plagas en los cultivos. Sin embargo, este pesticida fue prohibido debido a sus efectos negativos tanto para el medio ambiente como para la salud humana. Como consecuencia, los agricultores empezaron a buscar alternativas de gestión más eficaces, aunque a menudo se encontraban con herramientas químicas eficaces pero caras. En este escenario, los insecticidas biológicos han surgido como una solución de control asequible y, al mismo tiempo, más segura y sostenible”, comenta el experto.

 

La estrategia recomendada para un manejo eficaz de la broca es un insecticida biológico basado en el hongo Beauveria bassiana, que garantiza un control de la plaga superior al 70%.  Entre las ventajas del control biológico destaca el hecho de que este tipo de método evita la resistencia de las plagas, facilitando el manejo integrado, además de contribuir a la sostenibilidad en la producción de café de calidad, lo que puede añadir aún más valor al café manejado con plaguicidas biológicos debido a la demanda del mercado exterior y a la implementación de sellos y certificaciones.

 

«Este insecticida debe aplicarse entre 80 y 90 días después de la floración principal, pulverizando el fruto. El hongo en cuestión tiene una fase de desarrollo llamada conidios, cuya función principal es propagarlo e iniciar la infección. Cuando un insecto, como la broca del café, entra en contacto con estas conidias, se adhieren a su superficie. A partir de ahí, los conidios germinan, invaden el cuerpo del insecto y comienzan el proceso de eliminación. Más tarde, para reproducirse, el hongo coloniza el cuerpo del insecto y produce grandes cantidades de conidias, que serán las encargadas de propagarse, completando el ciclo y ayudando a controlar la plaga durante más tiempo», concluye Arroyo.

 

Acerca de Crop Care

Crop Care es un holding brasileño que opera en el mercado de insumos químicos, biológicos y fertilizantes especiales. Las empresas de Crop Care incluyen Agrobiológica Sustentabilidade, una plataforma innovadora de soluciones biológicas y on farm; Perterra y K2, que cuentan con una amplia cartera de productos agroquímicos pospatentados; Union Agro, uno de los líderes en fertilizantes especiales; y Cromo Química, especializada en la producción de coadyuvantes y potenciadores de alto rendimiento para la agricultura. A través de asociaciones con distribuidores y cooperativas, y del acceso directo a las empresas agrícolas, Crop Care está presente en las principales regiones productoras de América Latina. Para más información, visite la página web.

 

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